En la calle hace un frío helador. No ha nevado pero da esa sensación por la cencellada. Todos los años por estas fechas la ciudad se envuelve en niebla y las ramas se cubren de escarcha.
Escarcha es una palabra genial, muy refrescante... sobretodo dicha en casa, mirando a través de la ventana con sus vidrios empañados del calor que hace dentro. La mejor sensación, el placer de los placeres estos días, es quitarse los zapatos y caminar por casa descalzos o, como mucho, con unos calcetines de colores que resbalan sobre el parqué.
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cencellada en Valladolid. foto AQUÍ |
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