Y como todo es cíclico, un año más, este 20 de enero vuelve a brillar el sol entre los tejados que, hasta ayer, mostraban suaves reflejos de cencellada, envueltos en la neblina.
No os negaré que soy bastante pesada con el tiempo de cada día, pero dicen que los cambios metereológicos influyen sobre nuestro estado de ánimo. Al menos, una mañana soleada nos predispone a una jornada feliz.
¿Os sentís más felices hoy, con los rayos del sol?
Sea como sea, happy day!
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