¡Qué mejor momento para volver que por Navidad!
Como el turrón y aquellos que se fueron lejos un día y pasan horas en aeropuertos y estaciones de tren estos días.
Ya hace más de un mes que está siendo Navidad. Así, en continuo. A mi esto de que todo huela a turrón y brille con luces y espumillones desde el mes de noviembre me molesta como una china en el zapato. Al fin y al cabo Navidad es Navidad. Otra cosa diferente son los calendarios de adviento que nos acercan ventanita a ventanita a estas fiestas tan familiares.
¡Pero ya está aquí!
Y es que es entonces, cuando nos juntamos con la gente a la que queremos, el momento en que empieza la Navidad. Para mi no tiene sentido mucho más allá que disfrutar con la familia y los amigos. Porque, ¿os habéis dado cuenta? Estos días todo el mundo sonríe más, brinda a cualquier hora con espumosos de finas hileras de burbujas doradas.
Y ahora sí, me apetece inventar regalos, sacar las bolas de cristal checo y colgarlas con cintas de raso. Ahora me pongo a escribir postales en rojo y verde, cambio las letras de Calamaro por los villancicos que resbalan por mi lengua, acudo a un concierto de gospel y brindo y sonrío para hacer juego con quienes tengo cerca, ¡y la risa se contagia!.
¿Verdad que sí os habéis dado cuenta?
Os deseo una felicísima Navidad.
Como el turrón y aquellos que se fueron lejos un día y pasan horas en aeropuertos y estaciones de tren estos días.
Ya hace más de un mes que está siendo Navidad. Así, en continuo. A mi esto de que todo huela a turrón y brille con luces y espumillones desde el mes de noviembre me molesta como una china en el zapato. Al fin y al cabo Navidad es Navidad. Otra cosa diferente son los calendarios de adviento que nos acercan ventanita a ventanita a estas fiestas tan familiares.
¡Pero ya está aquí!
Y es que es entonces, cuando nos juntamos con la gente a la que queremos, el momento en que empieza la Navidad. Para mi no tiene sentido mucho más allá que disfrutar con la familia y los amigos. Porque, ¿os habéis dado cuenta? Estos días todo el mundo sonríe más, brinda a cualquier hora con espumosos de finas hileras de burbujas doradas.
Y ahora sí, me apetece inventar regalos, sacar las bolas de cristal checo y colgarlas con cintas de raso. Ahora me pongo a escribir postales en rojo y verde, cambio las letras de Calamaro por los villancicos que resbalan por mi lengua, acudo a un concierto de gospel y brindo y sonrío para hacer juego con quienes tengo cerca, ¡y la risa se contagia!.
¿Verdad que sí os habéis dado cuenta?
Os deseo una felicísima Navidad.
Sí, la risa se contagia, no podría estar más de acuerdo ¡Feliz Navidad guapa! Espero que todos esos proyectos van viento en popa y que en el 2013 tendrá lugar una desvirtualización con Sophie. Beso grande, sonríe.
ResponderEliminarFeliz Navidad guapa!!!!que alegría de que vuelvas!!
ResponderEliminarque pases una feliz noche
besines