Aunque el verano tiene que ceder ya el testigo, hace trampas y juega al despiste.
Al otoño, siempre serio, no le hacen gracia sus juegos. Y cuando amanece muestra su firmeza, pero se enternece a media mañana y le deja jugar un poquito más.
El verano siempre ha sido una buena compañía y los pájaros lo saben.
Ellos están preparados para seguirlo, pero, de momento también se quedarán aquí.
Suena Hurricane Drunk (Florence + the machine)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus palabras!