TRAMPAS

- ¿Sabes que en la Edad Media el castor se consideraba pescado?

Él la miró sorprendido.

Caminaba por el borde de la acera. Un pie delante del otro, en fila, mientras observaba sus viejas zapatillas y hablaba abstraída en sus pensamientos.

-Si. Los monjes comían su carne durante la Cuaresma. Yo creo que lo sabían de sobra pero se hacían los locos para comer algo de carne. Para mi son trampas.

Siempre le sorprendía. ¿De dónde sacaría esas historias?

Ella saltó sobre la calzada con los pies juntos y frente a él susurró:

- No creo en las verdades universales. Todo es relativo. ¿Has visto? Cambia según el momento, el lugar...

Y siguiendo su paseo entró en una calle estrecha y continuó hablando, 

- ... pero, sobretodo, quien lo dice y quien lo escucha. Yo te digo que tú me quieres; para mi es cierto. Pero aquí y ahora a ti no te conviene creerlo. Seguramente dirás "Ojalá, todo sería más fácil... tendré que buscar alguien como tú".

Y le hizo burla sin dejar de caminar.

"ñaña ñañá!" Siempre lo hacía.

Él se rió.

Llevaba sonriendo desde que se habían vuelto a encontrar.

Ahora sabía que no era posible. Odiaba cuando ella tenía razón, pero no era el momento. Sí, tuvo que relativizar.

-Eres una buena amiga. Dijo. 

"Y el castor un buen pescado", pensó.